Es importante recordar que, porque un alumno tenga problemas para concentrarse o sea hiperactivo, no quiere decir que tiene TDA/TDAH. Es más, por mucho tiempo era complicado identificar a los estudiantes con déficit de atención sin hiperactividad porque suelen ser lentos y tranquilos.
Aunque la familia debería de ser la encargada de llevar a su hijo a que lo diagnostiquen, los educadores a veces son los que se dan cuenta de que el niño o la niña necesita ir con un experto. Ser detectado desde una edad temprana puede asegurar que el niño no sólo cuente con el apoyo que necesita, ya sea terapia o medicamento, pero también ayudarlo a no sentirse menos por tener un ritmo de aprendizaje diferente.
El trastorno de déficit de atención puede tener todo tipo de consecuencias en la vida de los niños:
Bajo rendimiento académico
Desarrollar aversión a la escuela y a los estudios en general
Baja autoestima
Dificultades en el desarrollo emocional e intelectual
Problemas para lidiar con la frustración
Soledad, dificultades para hacer amigos, bullying
Me parece muy completa la información
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